Menorca. 1 Junio 2016

Hoy hemos madrugado un poco más. Queríamos visitar la mola, ya que el otro día estaba cerrada. Así que tras dar buena cuenta de un trozo de ensaimada y un café, ponemos dirección a la famosa fortaleza.

La Fortaleza de la Mola (también llamada Fortaleza de Isabel II) es el mejor ejemplo de la arquitectura militar del siglo XIX de Menorca. Fue una estructura decisiva para la defensa de la isla.
Esta fortaleza consta de 10 frentes que se dividen en dos grupos: los de defensa terrestre y los de defensa marítima. La parte más importante es la de defensa terrestre, ya que para la parte marítima se confiaba en los acantilados que rodean la península de La Mola.

La Mola
La Fortaleza de la Mola se construyó entre 1848 y 1875 para defender la isla de la amenaza británica de volver a invadir Menorca para utilizarla como base defensiva contra los franceses.

La fortaleza nunca ha sido atacada y su estado de conservación actual es excelente. Algo de lo que ahora nosotros nos podemos aprovechar ya que la visita es bastante interesante desde el punto de vista histórico y actualmente es uno de los puntos de Menorca que más visitantes atrae.


La Mola
Visitar la fortaleza completa lleva entre dos y tres horas, si vas prestando atención al audioguía seguramente estaréis 4 horas.  Nosotros con las muletas hemos tenido que emplear más tiempo. La visita está bien, eso sí, os costará 8 euros, pero tenemos nuestras dudas si merece la pena estar aquí más de 3 horas.

De camino a Binibequer, paramos en San Luis a comer algo ya que va siendo hora de recargar combustible. No hay muchos locales donde elegir, pero hemos tenido la suerte de elegir bastante bien. En la calle principal hemos comido una ensalada de queso y frutos secos, y unas alitas de pollo con miel y soja bastante ricas.

Binibequer Vell
Tras pasar un rato con el café sentados en la terraza hemos visitado el pueblo. Fundado por los franceses en honor al rey Luis XV durante su breve dominación, en la Garriga de Binifadet, este pequeño pueblo acabó con la construcción de la iglesia en 1783. El Moli de Dalt y su iglesia Parroquial son sus principales atractivos.

Desde San Luis hemos conducido 10 minutos hacia Binibequer Vell llegamos al pueblo más bonito de Menorca, al menos para nosotros.

Se trata de un “poblado” construido en 1972 a modo de imitación de las antiguas casas de pescadores. se trata de un lugar con bastante encanto, con unas casas encaladas y unos callejones estrechos en los que es bastante divertido perderse un rato. Si te gusta la fotografía no te olvides la cámara porque en este pueblo podrás hacer muy buenas fotos.

Cala Binissafuller
Hemos estado paseando un buen rato entre sus callejones un rato largo, antes de ponernos rumbo a las cuevas D´en Xoros, aunque antes hemos parado en Binissafuller (39°49'44.6"N 4°13'07.0"E ) donde hay una bonita cala de arena blanca.

Esta playa es el resultado de un entrante de mar sinuoso, estrecho, en forma de u, así como un litoral rocoso y bajo. También se caracteriza por tener unas dimensiones diminutas, una afluencia baja de bañistas locales y turistas,

La visita a las cuevas D´en Xoros nos ha resultado decepcionante. Esa cueva es muy visitada y en general la gente sale contenta, pero desde nuestro punto de vista nos podíamos haber ahorrado la visita. Estas cuevas además de ser muy caras, 12 euros por entrada, se trata de un simple bar de copas. Eso sí con muy buenas vistas, pero las mismas que si te quedas en el acantilado de al lado, pero sin pagar 12 euracos. También hay que decir que te dan una cerveza, mala, muy mala y cara, muy cara.

Para llegar al bar tienes que pasar unas pequeñas terrazas en plan chill out, pero solamente se puede acceder si tienes entrada vip. Con 12 euros no soy vip????

La leyenda cuenta que Xoroi, un hombre que llegó del mar nadie sabe cómo, probablemente superviviente de algún naufragio, utilizó la cueva como refugio. Al poco tiempo, una de las chicas jóvenes de las casas de campo de los alrededores desapareció justo antes de su boda. Pasaron los años y durante un invierno, tras una fuerte nevada, aparecieron en el suelo pisadas delatadoras que guiaban a la cueva. Cuando los hombres llegaron a la cueva vieron a un hombre, a una mujer y a sus tres hijos. Xoroi, desesperado, saltó al mar seguido de su primogénito, perdiéndose con ello el misterio de su vida. La mujer y los dos hijos restantes fueron llevados a Alaior donde pasaron el resto de su vida.

No hemos estado mucho rato en las cuevas, lo cierto es que no será una visita que aporte mucho a nuestro viaje, así que nos hemos dirigido a cala en Porter cerca de la cueva. Aquí hemos decidido comprar algo para desayunar los días que nos quedan aquí, y de paso hemos comprado tres ensaimadas para llevarnos a casa, y una botella de la famosa ginebra Xoringer, elaborada en la isla y que está bastante bien.

Cala en Porter
Su emplazamiento entre grandes acantilados, su agua azul y su arena blanca, hacen de Cala en Porter  (39°52'15.1"N 4°07'56.5"E) una de las calas más fascinante

Con la hora de la cena encima, hemos estado buscando sitio para cenar. Hay varios sitios donde poder cenar, pero nos ha llamado bastante la atención uno de los restaurantes, ya que tienen un par de menús típicos menorquinas a bastante buen precio y la caldereta de langosta a un precio más que razonable, así que aquí cenaremos. La caldereta de langosta es el plato típico de Menorca. Sobre un fondo de sofrito de cebollatomateajo y perejil se añade la langosta troceada y se cuece a fuego vivo. Se sirve con unas finísimas rebanadas de pan seco, que son también habituales en las sopas menorquinas.

La cena ha estado genial, hemos pedido una caldereta langosta con 2 cervezas, pero mientras esperábamos nos han traído un plato de chipirones fritos, cortesía de la casa. Para el postre nos han invitado a un granizado para los dos de pomada, algo que aquí es típico tomar de postre, que
Caldereta Langosta
ciertamente estaba bueno, y por si eso no era suficiente, con el café nos han servido 3 chupitos de pomada. Ha habido un momento en el que hemos dudado un poco. Seguro que el hemos visto bien el precio de la caldereta, verdad??? a ver si la hemos liado y vamos a tener que pedir una segunda hipoteca para pagar esta cena.....esto no es normal. Pero efectivamente habíamos visto bien el precio, 60 euros por los dos, todo. Vamos todo un lujo.

Con la tripa bien llena de satisfacción por el día vivido y por la gran cena que nos acabamos de pegar, recorremos los 47 km que aún nos quedan para llegar al apartamento.