Menorca. 3 Junio 2016

Hoy es nuestro último día en Menorca, todo lo bueno se acaba...lo primero que haremos hoy será devolver las muletas en la cruz roja. La verdad es que si no llega a ser por ellos, se me habrían arruinado las vacaciones antes de empezar. Que gran favor me han hecho.

Pese a llevar en la isla casi una semana, apenas conocemos Ciudadela, así que hoy dedicaremos el día completo a recorrer esta bella ciudad.

Ciudadela tiene un aire señorial. Recorrer las calles estrechas del casco histórico de Ciudadela evoca tranquilidad, es como si se hubiese detenido el tiempo, disfrutar del casco histórico sin coches invita a dar largos paseos sin prisas alguna, disfrutando de cada rincón.

Ciudadela tiene bastantes cosas para ver, no es una gran urbe, pero tampoco lo necesita. Entre los sitios que nosotros hemos visitado están, la catedral, construida entre los siglos XIII y XIV sobre una antigua mezquita, constituye el edificio gótico más importante de Menorca.

La plaza del Borne, su obelisco conmemora la heroica defensa de Ciudadela ante el ataque turco de 1558. Fue erigido en 1875.
La plaza de la Esplanada, junto a la Plaza del Borne, es el lugar elegido para celebrar los actos multitudinarios.
El museo Municipal, edificio del siglo XVII que expone una gran colección de objetos prehistóricos. Fue inaugurado en 1995.
El Puerto, un lugar emblemático de Menorca y  una visita obligada en Ciudadela, no te lo puedes perder. A lo largo del puerto hay decenas de bares y restaurantes con terrazas donde puedes comer especialidades menorquinas además de pizzas, tapas y bocadillos.
La calle de Ses Voltes, también conocida como calle Josep María Quadrado, es posiblemente la calle más visitada y concurrida de Ciudadela. Ses Voltes empieza en la plaza de la Catedral y a lo largo de ella puedes encontrar tiendas y restaurantes de todo tipo.
El Mercat des Peix de Ciutadella es uno de los puntos más visitados por turistas durante los meses de verano. El edificio del mercado acabó su construcción en el 1985, y desde entonces ha sido remodelado más de una vez. La rehabilitación más reciente se hizo en 2011 para solucionar problemas de goteras y para modificar el suelo, que era un poco resbaladizo y podía provocar caídas entre los clientes.
El castillo de San Nicolás, fue construido a finales del siglo XVIII para defender el puerto de la ciudad.



Hemos pasado la mañana callejeando y perdiéndonos por la ciudad, una manera agradable de descubrir rincones menos turísticos de la ciudad, como pueden ser el mirador sobre el puerto, alguno de los palacios nobles, el palacio episcopal, el convento santa clara o la plaza Alfonso III.

A la hora de comer hemos decidido volver al apartamento para descansar un rato y pasar la tarde en la piscina. Tras una semana aquí, aún no hemos probado el agua de la piscina. Para que la tarde y el baño sean más amenos, nos hemos pedido un par de pomadas en el bar. Tenemos que despedir por todo lo alto las vacaciones.

Hipogeo Torre del Ram
A última hora de la tarde, y antes de ir a Ciudadela de nuevo para cenar, hemos hecho un alto en el camino para visitar el hipogeo de la torre del Ram. Un hipogeo es una construcción subterránea, excavada en la roca o el subsuelo, destinada a servir de lugar de enterramiento. En Torre del Ram encontramos un hipogeo de planta alargada, que es uno de los tipos de tumba que se empleó durante el período naviforme (1700 - 1400 aC). 

Para cenar, vamos directos al mercado del pescado de Ciudadela. Esta mañana hemos visto varios barillos alrededor donde poder comer con bastante buena pinta. Estamos de antojo. Un plato enorme de diferentes pescaditos fritos y un par de cervezas van a ser nuestra última cena en Menorca. Una buena manera de poner fin a unas accidentadas pero disfrutadas vacaciones, en un lugar que nos deja con muchas ganas de volver.

Quien sabe cuándo será, pero seguro que la próxima vez nos acompañara nuestra furgo. Como se puede leer sobre Menorca, un paraíso.

Gràcies Menorca